La Antropología filosófica es una disciplina de la filosofía cuyo objeto es el ser humano. La palabra antropología proviene de los términos griegos anthropos, que significa hombre o ser humano, y logas, que quiere decir estudio, conocimiento o saber. El conocimiento de la naturaleza del ser humano se inició primero como parte de la filosofía y, recién hacia fines del siglo XIX, se creó la Antropología como disciplina científica. La Antropología filosófica y la Antropología científica comparten el mismo objeto de estudio, el ser humano, pero la manera en que lo hacen (el método) es diferente.
La Antropología científica sigue las reglas del método científico consistente en los siguientes pasos: (1) el planteamiento de los problemas, (2) la formulación de las respuestas que podrían contestar a los problemas (hipótesis), (3) la observación y clasificación de la información obtenida por la experiencia y la experimentación y (4) la confrontación de las hipótesis con los datos registrados.
La Antropología filosófica, en cambio, se ocupa del problema del ser humano siguiendo el camino del pensamiento filosófico, es decir, enmarcando las cuestiones relativas al ser humano dentro de la cuestión más amplia que pregunta por el ser en general, es decir, por la realidad en general, por el conjunto de todas las cosas que son y por su forma de ser. La Antropología filosófica, en definitiva, estudia el modo de ser propio de los seres humanos, a diferencia del modo de ser de los dioses, de los animales o de las cosas inanimadas.
La Antropología científica sigue las reglas del método científico consistente en los siguientes pasos: (1) el planteamiento de los problemas, (2) la formulación de las respuestas que podrían contestar a los problemas (hipótesis), (3) la observación y clasificación de la información obtenida por la experiencia y la experimentación y (4) la confrontación de las hipótesis con los datos registrados.
La Antropología filosófica, en cambio, se ocupa del problema del ser humano siguiendo el camino del pensamiento filosófico, es decir, enmarcando las cuestiones relativas al ser humano dentro de la cuestión más amplia que pregunta por el ser en general, es decir, por la realidad en general, por el conjunto de todas las cosas que son y por su forma de ser. La Antropología filosófica, en definitiva, estudia el modo de ser propio de los seres humanos, a diferencia del modo de ser de los dioses, de los animales o de las cosas inanimadas.
Fuente: Tauber Ricardo, "Filosofía y formación ética y ciudadana", editorial A-Zeta, Buenos Aires, 2000.
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