Unidad II Gnoseología: Posibilidad, alcance y límites del conocimiento


Posibilidad, alcance y límites del conocimiento

El problema de la "posibilidad" del conocimiento se vincula, por una parte, con lanaturaleza de los objetos y, por otra, con la capacidad del sujeto para alcanzar un saberexhaustivo acerca de esos objetos. En este punto resulta de interés distinguir entre unsaber cualquiera, y un saber riguroso y verdadero, puesto que la capacidad de conocerno es suficiente garantía para admitir que los resultados de conocimiento constituyantodo el saber acerca del objeto considerado
¿Hasta dónde alcanza el conocimiento humano? ¿Cuáles son sus límites? ¿En qué condiciones podemos afirmar sin contradecirnos que las cosas son de un modo u otro? Las respuestas a estas cuestiones han sido, como se podrá suponer, muy variadas, pero todas ellas pueden ser incluidas en una de las dos siguientes soluciones límites:

Dogmatismo gnoseológico. Todo es cognoscible tal como es.

Escepticismo gnoseológico. Nada es cognoscible tal como es.





El origen del conocimiento
El problema del origen del conocimiento se planteó fundamentalmente asociado a cuestiones de justificación pues, metodológicamente hablando, no es suficiente un saber adquirido acerca de determinada realidad; es indispensable, además, disponer de un criterio que permita reconocer si ese saber es verdadero o falso.
Cuando un conocimiento inferido es demostrativo, sucede que si el conocimiento que sirve de principio (o premisa o antecedente) es verdadero, entonces también será verdadero el resultado de esa inferencia. En la demostración, la verdad garantiza la verdad, y en este privilegio de la inferencia demostrativa descansa la siguiente afirmación de Aristóteles: "Es necesario que la ciencia demostrativa parta de premisas que sean verdaderas, primeras, inmediatas, más conocidas que la conclusión, anteriores a ella, y de la cual ellas son sus causas." (Anal. Post. I, 2 a 20.)
Así, pues, si es posible obtener un conocimiento inmediato de juicios necesaria y universalmente verdaderos, entonces todo lo que se deduzca de ellos será, asimismo, verdadero, y la ciencia demostrativa que partiera de tales principios tendría así garantizada la validez de sus argumentaciones (por la deducción) y la verdad de sus conclusiones (por la verdad de sus principios).
Pero, ¿hay conocimiento inmediato que pueda ser declarado incondicionalmente verdadero?; ¿hay verdades primeras que puedan ser consideradas anteriores a cualquier otro conocimiento?; si las hay, ¿dónde se originan, en la razón o en la experiencia?; si se originan en la razón, ¿cómo es posible que puedan dar información acerca de la experiencia puesto que no dependen absolutamente de ella?; si se originan en la experiencia, ¿cómo es posible que sean incondicionalmente verdaderas en tanto que la inferencia no-demostrativa no puede garantizar la validez ni la verdad?
Estos son algunos de los interrogantes implicados en la cuestión sobre el origen del conocimiento lo que, de hecho, ha complicado notablemente las respuestas al problema. Las diversas soluciones han sido agrupadas en las tres posiciones siguientes, que, aunque no son las únicas, son las más consagradas:

1. Racionalismo gnoseológico. Todo conocimiento tiene origen en la razón.
2. Empirismo gnoseológico. Todo conocimiento tiene origen en los sentidos.
3. Apriorismo kantiano. Todo conocimiento comienza (temporalmente) en la experiencia, pero no todo conocimiento deriva (causal o lógicamente) de ella.


Fuente: Colacilli de Muro, “elementos de lógica moderna y filosofia” ED Estrada, Buenos Aires, 1985.

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